Todas
las madres y padres con bebés saben que el gimnasio
para bebes
es lo último para entretener a sus pequeños y estimularles en sus
primeros meses de vida.
El
concepto es bastante sencillo, pero no por eso deja de tener
importancia el diseño y las propiedades de cada gimnasio, algo que
puede estar configurado de manera sencilla o bastante más completa.
La idea es que el bebé tenga un espacio donde pasar sus horas entre
sus tomas de alimentos y los sueños que realiza durante el día,
pudiendo estar así vigilado por los padres o una persona a su
cuidado.
Cuando
los niños son bebés hasta que comienzan a caminar, hay numerosas
opciones de mantenerles en el entorno fuera de su cuna donde duermen.
A partir de los tres meses, los niños comienzan a recibir y
aprovechar estímulos exteriores que agudizan sus sentidos y les
orientan poco a poco a lo que será su vida relacionándose con el
espacio, las cosas y las personas.
Y
para que esta integración sea rápida y efectiva, el gimnasio
infantil
es la solución apropiada a sus necesidades a tan tierna edad.
En
el mercado podemos encontrar multitud de formas y diseños, con más
o menos detalles que constituyen elementos de atracción, atención y
hasta de juego cuando ya se mantienen sentados a partir de los 6
meses.
Estos
parques o gimnasios favorecen también sus movimientos, ya que suelen
instalarse en el suelo sobre una superficie firme no demasiado dura.
Ellos permanecen sobre su espalda pero también podrán realizarse
ejercicios de endurecimiento de los músculos de espalda y cuello al
tumbarles boca abajo para que fortalezcan esas zonas.
El
gimnasio
para bebes
puede adoptar infinidad de formas, colores y contener multitud de
elementos para ejercitarse, atraer la atención y disfrutar de sus
horas despiertos. Además, al colocarse en áreas vigiladas por
mayores, los niños sienten que están acompañados mientras
inspeccionan de manera intuitiva el lugar donde están instalados. Y
poco a poco se acostumbran a los colores, las formas y los sonidos
que proporcionan los apliques de los que disponen los parques.
Porque
en realidad son las versiones actualizadas y modernas de los
clásicos parques para bebés, lugares desde donde permanecer
vigilados mientras juegan o miran a su alrededor. La mayoría
terminaba aprendiendo solo a levantarse y mantener la postura justo
antes de aprender a caminar.
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