Dormir
es fundamental tanto para niños como para adultos. En el caso de los
más pequeños, el sueño suele ser bastante desordenado, pero a
medida que van creciendo se van regulando sus hábitos. Es importante
que se sientan cómodos y tengan un buen descanso para su crecimiento
y para recuperar la energía gastada durante el día.
El
cambio de colchón
de cuna a infantil es un paso importante en el desarrollo del
niño. Muchos padres deciden hacer este cambio cuando su hijo tiene
entre un año y medio y tres, pero no existen unas normas cerradas
para tomar esta decisión.
Por
lo tanto, no se puede determinar una edad precisa en la que se deba
realizar el paso de uno a otro. El momento adecuado vendrá
marcado por el propio crecimiento del pequeño, debemos estar
atentos a su evolución ya que es un cambio muy grande en la vida de
un niño.
¿Cómo realizar el cambio de colchón?
Cuando
decidamos hacer el cambio, hay que tener en cuenta que lo principal
es que nuestro hijo duerma bien y se sienta seguro. Sea cual sea el
colchón que escojamos, hay que asegurarse de realizar este cambio
según las necesidades del pequeño.
Algunos niños se adaptan con facilidad, sin embargo hay otros que al
principio pueden mostrarse reticentes al cambio. Es algo normal,
debemos ir controlando su evolución ya que tarde o temprano acabará
aceptándolo y sintiéndose tranquilo, cómodo y seguro como en su
anterior colchón.
¿Qué tipo de colchón infantil elegir?
La
elección del nuevo colchón es muy importante y si lo hacemos bien
puede ayudarnos a que la transición sea más sencilla. Igual que
sucede con los colchones de adultos, existen diversos modelos de
colchones con distintos grados de firmeza y adaptabilidad.
Debemos
escoger uno que se adapte a la etapa de crecimiento de nuestro hijo.
En la niñez, es importante para el crecimiento que cuente con un
buen soporte y firmeza. Sin embargo, no hay que olvidar la comodidad,
ya que ambos factores influyen en la calidad del sueño.
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